¿Qué es?
La psoriasis no es una simple erupción cutánea, sino una
enfermedad que puede llegar a ser dolorosa y debilitante y que afecta al
desarrollo de las actividades cotidianas. Está provocada por el
funcionamiento defectuoso del sistema inmunitario que provoca un exceso
de producción de células cutáneas, las encargadas de reponer las capas
de piel, en constatante renovación.
Este exceso llega a alcanzar un nivel de sustitución hasta siete
veces superior al normal, dando lugar a las características placas de la
enfermedad, que adoptan la forma de manchas rojas resaltadas cubiertas
de descamaciones. Además, el exceso de producción de células también
produce la infiltración de glóbulos blancos (células T) en la piel. Las
lesiones suelen localizarse en el tronco, los codos, las rodillas, el
cuero cabelludo y las ingles.
Causas
Aunque se desconoce el origen concreto de la enfermedad, sí
se sabe que es una enfermedad genética. De hecho, se ha localizado el
gen cuya alteración influye en la aparición de la patología. También se
sabe que es una enfermedad hereditaria. Si uno de los dos padres es
psoriásico, uno de cada ocho hijos puede sufrirla. Si son los dos
progenitores los afectados, la probabilidad asciende a uno de cada
cuatro. Sin embargo, no por el hecho de ser psoriásico, los hijos van a
serlo. Además puede ocurrir que se herede la alteración genética, pero
no se desarrolle la enfermedad, porque también intervienen factores
exógenos (externos) en su aparición. Dentro de los factores exógenos,
destacan:
- Infecciones crónicas
- Estrés nervioso
- Obesidad
- Alcohol
- Enfermedades como la artritis reumatoide
- Cambios hormonales
- Traumatismos (heridas, golpes, quemaduras solares...)
Síntomas de Psoriasis
La psoriasis suele comenzar como una o más pequeñas placas que se tornan
muy escamosas. Es posible que se formen pequeñas protuberancias alrededor del
área afectada. A pesar de que las primeras placas pueden desaparecer por sí
solas, enseguida pueden formarse otras. Algunas placas pueden tener siempre el
tamaño de la uña del dedo meñique, pero otras pueden extenderse hasta cubrir
grandes superficies del cuerpo, adoptando una forma de anillo o espiral.
La psoriasis suele afectar al cuero cabelludo, los codos, las rodillas,
la espalda y las nalgas. La descamación puede ser confundida con caspa grave,
pero las placas características de la psoriasis, que mezclan áreas escamosas
con otras completamente normales, la distinguen de la caspa. La psoriasis
también puede aparecer alrededor y debajo de las uñas, que aumentan de grosor y
se deforman. Las cejas, las axilas, el ombligo y las ingles también pueden
resultar afectados.
Por lo general, la psoriasis sólo produce descamación. Ni siquiera es
frecuente el picor. Cuando se curan las zonas cubiertas con escamas, la piel
adopta una apariencia completamente normal y el crecimiento del pelo se
restablece. La mayoría de las personas con psoriasis limitada tiene pocas
molestias además de la descamación, a pesar de que el aspecto de su piel puede
resultar desagradable.
Tipos de Psoriasis
Existen muchos tipos de psoriasis, aunque los especialistas
prefieren hablar de distintas formas de presentación de la enfermedad.
Se puede clasificar según su gravedad, su forma y el patrón de las
escamas.
Según gravedad
-
Psoriasis leve:
Cubre un 2 por ciento o menos de la piel del cuerpo. Suelen ser placas
aisladas localizadas en rodillas, codos, cuero cabelludo, manos y pies.
El tratamiento es de uso tópico (cremas, lociones, champús). -
Psoriasis moderada:
Cubre entre el 2 y el 10 por ciento de la superficie corporal. Puede
aparecer en brazos, piernas, tronco, cuero cabelludo y otras áreas.
Tratamiento de uso tópico y fototerapia. En algunos casos puede incluir
también terapia farmacológica. -
Psoriasis grave:
Cubre más del 10 por ciento de la piel del cuerpo. Suele tratarse con
fototerapia y medicaciones orales. Según la forma y patrón de las
escamas -
Psoriasis en placas:
Conocida como ‘psoriasis vulgaris’. Esta es la forma más típica de la
enfermedad (un 80 por ciento de los casos se corresponden con este
tipo). Las escamas que forman la cúspide de la placa se componen de
células muertas, que se desprenden de las placas. Otros síntomas también
incluyen dolor y picor en la piel, así como resquebrajamientos. -
Psoriasis en guttata o gotular:
Este tipo se manifiesta como pequeñas gotas rojizas en la piel. Son
lesiones que aparecen en el tronco y las extremidades y a veces en el
cuero cabelludo. No son tan gruesas como las de la psoriasis en placas.
Puede estar causada por algún tipo de infección y suele aparecer durante
la infancia. -
Psoriasis inversa (en pliegues):
Aparece en axilas, ingles, bajo las mamas y en los pliegues de genitales
y nalgas. Este tipo aparece en pieles lisas y secas, en forma de
enrojecimiento e inflamación, pero no de escamas. La psoriasis inversa
es especialmente propensa a la irritación por el roce y el sudor, por
eso las personas obesas tienen más problemas. -
Psoriasis eritrodérmica:
Es un tipo inflamatorio de la psoriasis que suele afectar a la mayor
parte del cuerpo. Se caracteriza por un enrojecimiento de la piel muy
acusado y agresivo. Es poco frecuente. Dentro de este grupo se encuentra
la forma seca y la húmeda o edematosa (más severa). -
Psoriasis pustular generalizada:
También llamada psoriasis pustular de Von Zumbusch. Es muy poco común y
se manifiesta con grandes áreas de la piel enrojecidas, que duelen y
producen pústulas. Cuando estas pústulas se secan vuelven a aparecer de
forma cíclica. -
Psoriasis pustular localizada:
Cuando las pústulas sólo aparecen el manos y pies.
-
Acropustulosis:
En esta forma, las lesiones de la piel se localizan en las puntas de los
dedos y a veces en los pies. Estas lesiones pueden ser dolorosas e
incapacitantes, llegando a producir deformidad en las uñas y en los
casos más graves, cambios en los huesos de la cara. -
Artritis sistémica:
Parecida a la artritis reumatoide, aunque es más leve y con menos
deformidades. Se asocia a algún tipo grave de psoriasis. Artritis
asimétrica: suele afectar a entre una y tres articulaciones
(cualquiera). Suele ser leve. Artritis distal interfalángica
predominante: ocurre en un 5 por ciento de los afectados de artropatía
psoriásica. Afecta a las articulaciones distales de dedos de las manos y
pies. Espondilitis: se produce en un 5 por ciento de los casos. El
síntoma predominante es la inflamación de la columna vertebral. -
Artritis mutilante:
Forma de artritis deformante y destructiva. Aparece en menos del 5 por
ciento de los que sufren artropatía psoriásica y suele afectar a
pequeñas articulaciones de las manos y pies.
Diagnósticos
Al inicio puede ser de diagnóstico incierto porque muchas otras
enfermedades pueden cursar con placas y descamaciones similares. A medida que
la psoriasis avanza, los médicos pueden reconocer fácilmente su patrón de
descamación característico, por lo que, en general, no hace falta hacer pruebas
diagnósticas. De todos modos, para confirmar el diagnóstico, el médico puede
realizar una biopsia de piel (extrae una muestra de piel para su examen al
microscopio).
Tratamientos
El tratamiento de la psoriasis depende de cada paciente y el
tipo de la enfermedad que tenga. A pesar de que no existe cura para esta
enfermedad, sí se puede mantener totalmente controlada y en algunos
casos los síntomas (inflamación, enrojecimiento, descamación y picor) no
tienen por qué volver a aparecer. Los diferentes tratamientos que se
aplican son:
1. Sustancias de uso tópico: cremas, lociones, limpiadores y pomadas
aplicados en las zonas afectadas suele ser el tratamiento de inicio de
la mayoría de los psoriásicos.
2. Fototerapia: en general, el sol es beneficioso para este tipo de
pacientes. Algunos pueden necesitar un refuerzo específico con luz
ultravioleta artificial (rayos UVB) o una combinación de luz
ultravioleta y medicaciones, denominada PUVA (Psoraleno junto con la
exposición a luz ultravioleta UVA) también conocida como
fotoquimioterapia. Se toma el medicamento por vía oral o inyectado para
potenciar los efectos de los UVA.
3. Fármacos sistémicos: normalmente de tipo oral, aunque también
puede necesitar inyectables. Medicación de uso tópico (cremas y
lociones):
- Esteroides: entre los más comunes para la psoriasis leve y moderada.
Son medicamentos que imitan la acción de ciertas hormonas que produce
de forma natural el organismo.
- Alquitranes: preparaciones basadas en alquitranes se han empleado
durante siglos para tratar la psoriasis. Una de sus principales
desventajas es el olor desagradable que desprenden.
- Cacipotriol: es una forma sintética de la vitamina D, que se emplea
en el tratamiento de la psoriasis leve o moderada. No actúa de forma
rápida, pero a largo plazo es eficaz para controlar la psoriasis. No se
recomienda aplicar en la zona de la cara, donde puede causar irritación.
- Retinoides: derivados de la vitamina A. Suelen emplearse combinados con esteroides.
- Antralina: es eficaz en la psoriasis leve o moderada y no plantea
efectos secundarios a largo plazo, pero puede ser irritante para la
piel.
- Acido salicílico: tratamiento complementario. Se emplea para
eliminar las escamas de las placas de psoriasis y dejar preparada la
piel para la aplicación de medicamentos de uso tópico. Medicación
sistémica:
- Metotrexato: limpia de forma espectacular la psoriasis. Entre sus
efectos secundarios se encuentran las náuseas, fátiga, pérdida del
apetito y llagas en la boca.
- Retinoides orales: (iostretinoina) son eficaces para algunos casos
de psoriasis, pero trabajan mejor en combinación con otros medicamentos.
Son seguros en el tratamiento a largo plazo.
- Ciclosporina: controla el sistema inmunológico. Se emplea sólo si el
resto de opciones han fallado. Es eficaz y de rápidos efectos, pero
puede causar hipertensión y dañar la función renal. No puede mantenerse
esta medicación durante más de un año.