La
convulsión febril (CF) es un síntoma neurológico que aparece súbitamente
pero que es transitorio y aparece en relación con la fiebre. Muchas veces se
emplea incorrectamente el término de "crisis epiléptica" para designar a una
convulsión febril
Ocurre al
inicio de un cuadro febril o cuando la fiebre sube rápidamente.
Sólo por unos momentos el niño:
-Tiene una expresión extraña.
- Su cuerpo adopta una postura rígida, con sacudidas o con notable
flaccidez.
- Su respiración se altera.
- Su piel puede parecer más oscura o más fría que lo habitual.
Rápidamente se recupera; no suele durar más de 1 minuto y rara vez dura más
tiempo, pero sin superar los 15 minutos.
Es probable que no
sea una convulsión febril cuando:
- afecta
solo a una parte del cuerpo.
- dura más de 15 minutos.
- se suceden en forma reiterada.
- hay otras alteraciones neurológicas o metabólicas asociadas.
- afecta a menores de 6 meses o a mayores de 6 años.
¿Es frecuente este
trastorno?
Si, 3 a 5
niños de cada 100 lo han padecido. Esta cifra puede parecerle algo ridícula
pero piense en que esto equivale a 1 ó 2 niños de una guardería.
¿A qué edad suelen darse
las CF?
Entre los
6 meses y los 5-6 años; más frecuente a los 2 años. Todo niño que sobrepase
estos límites, tanto por debajo como por encima, debe preocupar y precisará
de un estudio neurológico que descarte algún tipo de epilepsia.
¿A qué se debe una
convulsión febril?
Aparte de
la fiebre, como habrá imaginado, existe una predisposición individual, es
decir, niños con mayor tendencia a tener convulsiones en presencia de
fiebre. Esta predisposición se debe a que lo heredan de sus padres; es, por
tanto, probable que alguno de sus progenitores haya tenido convulsiones
febriles cuando era pequeño. Este antecedente se encuentra en un 20-30% de
los casos. La fiebre puede tener distintos orígenes, si bien, la causa más
frecuente son las infecciones. Otros orígenes de la fiebre son la
deshidratación, el golpe de calor (en verano), etc.
Con respecto a las
infecciones... ¿qué infecciones productoras de fiebre producen más
frecuentemente convulsión febril?
En efecto,
hay infecciones productoras de fiebre que facilitan las convulsiones
febriles con mayor facilidad que otras; son las infecciones de tipo
catarral. Incluso la fiebre procedente de la vacunación es capaz de producir
CF.
¿Son
peligrosas las convulsiones febriles?
No son
peligrosas para la salud ni para la vida del niño.
-Son episodios benignos y tienen buen pronóstico.
-No causan parálisis ni daño cerebral.
-No afectan la inteligencia, el comportamiento, el desarrollo del lenguaje,
la habilidad física ni la capacidad de aprendizaje.
-No constituyen un antecedente para el desarrollo futuro de una epilepsia.
¿Que datos deben aportar
los padres al pediatra?
Como se ha
relatado anteriormente es necesario establecer como y cuando comenzó la
fiebre, qué temperatura tenía en el momento antes de la convulsión, cuanto
tiempo a durado (1), ha sido una o varias (2), ha afectado a todo el cuerpo
o solo a una parte de él (3), como se ha recuperado (4) y en que consiste el
proceso infeccioso que padece ese momento (catarral, vómitos, etc...)
En base a
estos datos y la exploración neurológica realizada, el médico decidirá si se
trata de una convulsión febril típica o atípica y si el proceso infeccioso
que padece puede ser grave o no:
¬ si la
convulsión febril es catalogada como TÍPICA, el médico no suele hacer ningún
estudio y su objetivo fundamental será tranquilizar. Es probable que lo
manden a casa "como si no hubiera pasado nada"; de hecho, esa es la actitud
más correcta porque esos movimientos tan aparatosos y alarmantes son solo un
síntoma.
¬ si la convulsión es ATÍPICA o existen otros motivos de importancia a
juicio del médico, éste podrá optar o no por hacer algún estudio.
¿Qué debo hacer si mi hijo
tiene una convulsión febril?
-No se
desespere ni actúe abruptamente.
-No lo sacuda ni intente recuperarlo bruscamente con palmadas o golpes.
-No debe introducir sus dedos u otro objeto en la boca del niño, no existe
el riesgo de que se atragante con su lengua.
-No lo abrigue, recuerde que tiene fiebre.
¿Qué no debo hacer?
-No se
desespere ni actúe abruptamente.
-No lo sacuda ni intente recuperarlo bruscamente con palmadas o golpes.
-No debe introducir sus dedos u otro objeto en la boca del niño, no existe
el riesgo de que se atragante con su lengua.
-No lo abrigue, recuerde que tiene fiebre
¿Cómo es el tratamiento de
las mismas?
El médico
pediatra diagnostica una convulsión febril luego de un minucioso examen.
Puede indicar estudios complementarios, una interconsulta neurológica
infantil o un período de observación para descartar otras causas de la
convulsión.
Es más importante diagnosticar y tratar la causa de la fiebre.
Habitualmente no requieren tratamientos preventivos continuos o
intermitentes.
Hay excepciones por las que su pediatra determinará cuándo su hijo debe
recibir medicamentos.
Su pediatra le va a explicar qué debe hacer la próxima vez que su hijo tenga
fiebre.
¿Pueden repetirse las
convulsiones febriles?
Solo en
menos del 30 % de los casos puede repetirse una convulsión febril en los 2
años posteriores al primer episodio.
Este porcentaje es mayor (50%) cuando ocurren en menores de 1 año de edad.
Si se repiten las convulsiones febriles, no aumentan el riesgo de daño
cerebral, epilepsia u otras secuelas.
Que pronóstico tiene una
CF?
La
convulsión febril TIPICA debe curar sola con el tiempo (antes de los 5-6
años) y, por tanto, suele ser BENIGNA. Una convulsión ATÍPICA puede ser
BENIGNA si los estudios realizados así lo sugieren o, por el contrario, ser
la expresión de un problema más importante (por ejemplo, una verdadera
epilepsia).