La
fiebre consiste en una
elevación de la temperatura
del cuerpo superior a la normal. Cuando un niño tiene fiebre, su organismo
está respondiendo a una agresión externa, por lo general una infección por
virus o bacteria.
La
fiebre es, entonces, un síntoma o señal de alarma como resultado de un
mecanismo de defensa del cuerpo ante algo que lo está molestando. En pocas
palabras, la temperatura alta es una barrera de protección primaria del
organismo para evitar que la infección avance.
La
temperatura normal va de los 36º C a los 37.5º C
(grados centígrados). Para los efectos prácticos se considera fiebre cuando la
temperatura del niño
supera
los 37.5º C.
cuando se toma por vía rectal
Fiebre leve o febrícula: de 37.0º C a 37.5º C axilar o 38 rectal |
Fiebre moderada: de 37.5º C axilar a 38.9º C |
Fiebre alta: Mayor de 38.9º C axilar |
Toma en
cuenta que la temperatura del cuerpo varía durante el día, lo cual se conoce
como
ritmo
circadiano.
Nuestra temperatura corporal aumenta por las tardes, entre las cuatro y las
seis, y disminuye por las mañanas.
Además
es normal que la temperatura de los niños aumente a unos 37º C después de
llorar vigorosamente durante un cólico o una pataleta, por correr o por estar
arropados en exceso. Así que es muy importante saber distinguir la fiebre de
un sobrecalentamiento por exceso de abrigo o calefacción. Ante la duda tome la
temperatura, saque el exceso de abrigo y vuelva a tomarla 15 minutos mas
tarde. Si baja es por el abrigo o ejercicio.
Si bien
es cierto que la fiebre actúa como mecanismo de defensa para impedir que el
agente infeccioso se multiplique, hay que tomar medidas cuando se eleva por
encima de los 38.5º C.
Algunas
de las
causas
más comunes
de la fiebre son las
infecciones de las vías respiratorias
por virus o bacterias, las infecciones gastrointestinales, la infección de
oídos, la
deshidratación,
la
aplicación de vacunas,
la hipersensibilidad a ciertos medicamentos y algunas lesiones del sistema
nervioso central.
El
pediatra debe determinar la causa de la fiebre. Si se trata de un agente
infeccioso, probablemente le indique a tu niño un antibiótico y un
antipirético
para
disminuir la fiebre. Un
medicamento de este tipo
es todo aquel medicamento que ayuda a eliminar la fiebre y se le conoce
también como antitérmico porque disminuye la temperatura corporal.
En el
caso del
resfriado común
que es de origen viral, los antibióticos no son eficaces para su curación. Sin
embargo, existen medicamentos que ayudan a disminuir la fiebre y el dolor,
como
Paracetamol
Pediátrico
que es de venta libre en sus diferentes presentaciones para cada
edad.(diferentes nombres para un mismo medicamento)
Consejos a recordar
La
fiebre en sí no es una enfermedad sino el signo de algún padecimiento e indica
que algo le está pasando al organismo.
•Se recomienda siempre tener en casa un termómetro y si hay niños uno rectal.
•Siempre se deberá considerar a la fiebre como un signo de alarma, hay que
recordar que el grado de fiebre no corresponde siempre al grado de intensidad
de una enfermedad.
•La respuesta febril en general siempre es mayor en niños que en adultos.
•Acuda siempre con su médico sí con medidas generales no se corrige este
trastorno, si la temperatura es mayor de 38.5 grados C en adulto; si la fiebre
es de 38.0 grados C, o más, en un bebé menor de 3 meses; si fiebre de 38.0
grados C por más de 3 días que no se soluciones con medidas en casa y que no
tenga causa aparente.
¿CUÁNDO DEBO SOSPECHAR QUE EL NIÑO TIENE FIEBRE?
• Cuando
se le siente caliente al tacto (especialmente el cuello y la cabeza), mientras
las manos y pies están fríos.
•Cuando pierde súbitamente el apetito.
•Cuando vomita la ultima comida habitual (un niño que usualmente come bien).
•Cuando pasa mala noche (un niño que usualmente duerme bien).
•Cuando un niño usualmente activo, deja de moverse y jugar.
•Cuando inexplicablemente esta decaído somnoliento de día.
¿CÓMO PUEDO CONFIRMAR QUE EL NIÑO TIENE FIEBRE?
Es
muy
importante que toda madre sepa tomar la temperatura y leer el termómetro.
Grupo de alto riesgo
Hay
un grupo de niños de riesgo que por su condición patológica de fondo o por su
edad, en ellos la fiebre es potencialmente peligrosa:
•Enfermedades cardíacas
•Anemia crónica (ejemplo anemia falciforme)
•Desórdenes metabólicos (ejemplo diabetes)
•Enfermedades neurológicas
•Pacientes en riesgo de convulsión febril (entre seis meses y cinco años de
edad)
•Neonato (menor de un mes de edad)