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Definición
La
hemorragia intracerebral hipertensiva es un tipo de accidente cerebrovascular
que implica sangrado en el cerebro, causado por presión arterial alta. Ver
también:
Causas, incidencia y factores de riesgo
La
hemorragia intracerebral
puede afectar a cualquier persona, pero es más común en individuos de edad
avanzada.
La
hemorragia intracerebral hipertensiva es causada por efectos de la presión
arterial alta (hipertensión) prolongada. Cuando la presión arterial ha
permanecido alta por un período significativo de tiempo, las paredes de los
vasos sanguíneos cambian. La presión arterial alta y constante desgasta las
paredes vasculares y puede llevar a que se presente obstrucción de los vasos y
filtración de sangre al cerebro. La sangre irrita los tejidos cerebrales,
causando hinchazón (edema cerebral), y se acumula en una masa llamada hematoma.
El
edema del tejido cerebral y un hematoma intracerebral ejercen mayor presión
sobre el cerebro y finalmente pueden destruirlo.
El
sangrado puede ocurrir en los espacios huecos (ventrículos) en la parte central
del cerebro o dentro del espacio subaracnoideo (el espacio entre el cerebro y
las membranas que lo cubren). Este sangrado también puede causar síntomas de meningitis.
Sin
embargo, aún en pacientes sin presión arterial alta conocida, la cocaína puede
causar hemorragia intracerebral.
Síntomas
Los
síntomas dependen de la extensión del daño y de la localización del sangrado en
el cerebro. Los síntomas se presentan más comúnmente en forma repentina, sin
advertencia, usualmente en plena actividad. Hay una rápida pérdida de funciones
en un lado del cuerpo.
Los
síntomas pueden ser los mismos que cuando hay muy poco flujo de sangre hacia el
cerebro (accidente cerebrovascular)
y pueden abarcar:
- Cambios de
visión
- cualquier
cambio en la visión
- pérdida de la
visión de un lado
- disminución en la visión
- Cambios en la
sensibilidad
- Cambios en el
movimiento
- debilidad de
cualquier parte del cuerpo
- dificultad para
mover cualquier parte del cuerpo
- pérdida de
habilidades motrices finas
- Dificultad para hablar
o comprender a los demás
- Dificultad para deglutir
- Dificultad para
leer o escribir
- Pérdida de la coordinación
- Pérdida del equilibrio
- Convulsión
- Dolor de cabeza
- al acostarse
- puede despertar
a la persona cuando está durmiendo
- se incrementa
con cambio en la posición, inclinación, esfuerzos, tos
- Náuseas, vómitos
- Disminución del estado de
conciencia
- apático,
aislado
- adormilado, letárgico,
somnoliento, estuporoso
- inconsciente, comatoso
Signos
y exámenes
Un
examen neurológico puede mostrar signos de aumento de la presión en el cerebro,
como inflamación del nervio óptico o cambios en el movimiento ocular. El médico
revisará los reflejos y el movimiento para ver si ha habido algún tipo de cambios
en la función cerebral, los cuales pueden ayudar a revelar la localización del
problema dentro del cerebro.
Con
el fin de clasificar la hemorragia como una hemorragia hipertensiva, la persona
tiene que tener algunos antecedentes de presión arterial alta. A menudo, la
presión arterial aún es muy alta cuando se examina el paciente. Otros exámenes
pueden mostrar otros signos de presión arterial alta, como vasos sanguíneos
anómalos en los ojos o problemas con la función renal.
Los
exámenes para determinar la cantidad y causa del sangrado comprenden:
Sin
embargo, se necesita una imagen del cerebro para comprobar si la afección se
debe a una hemorragia intracerebral. Esto se puede hacer con una:
- TC de la cabeza
(preferible si la hemorragia comenzó hace menos de 48 horas)
- IRM de la cabeza
Tratamiento
Se
puede necesitar la cirugía para extirpar el hematoma, especialmente si éste
está localizado en la base del cerebro (cerebelo). En algunos casos, se puede
recomendar la implantación quirúrgica de una derivación o drenaje
en el cerebro si el sangrado bloquea el flujo del líquido cefalorraquídeo.
Los
medicamentos abarcan:
- Medicamentos
antihipertensores para controlar la presión arterial
- Corticosteroides,
como la hidrocortisona y diuréticos, para drenar líquido del cuerpo con el
fin de reducir el edema cerebral
- Anticonvulsivos
para controlar las convulsiones
- Analgésicos
para controlar el dolor
Si
el paciente obtiene atención médica inmediata, puede ser apropiada una terapia
antihemorrágica que consiste en utilizar un medicamento que detenga el
sangrado. Es muy importante que este medicamento se administre dentro de las
tres horas siguientes después del comienzo de los primeros síntomas, de tal
manera que es crucial acudir al hospital rápidamente. Esta terapia aún se está
estudiando y hay pautas estrictas con relación a quién debe o no debe recibir
el medicamento. Con esta terapia antihemorrágica, hay un riesgo significativo
de efectos secundarios.
La
mayoría de los pacientes serán remitidos a la unidad de cuidados intensivos
(UCI) del hospital para un control minucioso.
Expectativas
(pronóstico)
La
evolución de la persona depende del tamaño y ubicación del sangrado. La
recuperación se puede presentar completamente o puede haber algún nivel de
pérdida permanente de la función cerebral.
Los
medicamentos, la cirugía y los tratamientos pueden tener efectos secundarios
severos y se puede presentar la muerte rápidamente a pesar de la atención
médica oportuna.
Complicaciones
- Pérdida
permanente de alguna función cerebral
- Convulsiones
- Efectos
secundarios de medicamentos y tratamientos
- Complicaciones
de la cirugía
Situaciones que requieren asistencia médica
La
hemorragia intracerebral es una afección potencialmente mortal que requiere
atención médica inmediata.
Se
debe ir a la sala de emergencias o llamar al número de emergencia local (como
el 911 en los Estados Unidos) si se presentan síntomas de hemorragia
intracerebral hipertensiva. Los síntomas de emergencia son, entre otros:
dificultad respiratoria, convulsiones, pérdida del conocimiento, incapacidad
para hablar y dificultad para deglutir, entumecimiento o torpeza en un lado del
cuerpo, mala articulación o confusión.
Prevención El
tratamiento y control de los trastornos que pueden provocar una hemorragia
intracerebral reduce los riesgos. La presión arterial alta se debe tratar
adecuadamente. NO se deben suspender los medicamentos, a menos que lo
recomiende el médico.